Obra 27
Te terminaste tu café, y estuviste a punto de tirarla. Pero recordaste que podías llevarla de vuelta. Y que esa bolsa vacía todavía tenía algo que ofrecer.
Hay cosas que suelen tener un solo destino: abrir, disfrutar y tirar. Pero ¿qué pasa cuando el empaque de tu café favorito se convierte en algo más?
Azahar Café, una empresa colombiana, rediseñó ese pequeño gesto cotidiano. Ahora, si llevas de vuelta la bolsa vacía, te dan un bono para tu próxima compra. Entonces, lo que normalmente se pierde en la basura, vuelve al inicio del ciclo: reduce residuos, crea fidelidad, fortalece una comunidad de consumo consciente.
Desde la economía conductual, es una microdecisión que se transforma en hábito: no es sólo reciclar por “hacer lo correcto”, es recibir algo tangible a cambio, sentir que lo que haces tiene un efecto real, inmediato. Y desde el diseño, es entender que el producto no termina cuando lo consumes. Porque lo que haces con él después, también forma parte de la experiencia.
Una bolsa de café, sí. Pero también un pequeño eslabón en un sistema más grande, donde todo se transforma, y todo vuelve.
Créditos: Azahar Café, Colombia
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