Hay diseños que ganan premios, que salen en revistas o en los noticieros.
Y hay diseños que no buscan aplausos, pero sí que resuelven.

Esta colección es para esos últimos.

“Diseño ordinario” es una provocación. Una exposición que celebra lo común, lo cotidiano, lo subestimado. Porque el diseño de experiencias no siempre es glamoroso. A veces es un botón que responde sin drama. Una fila que avanza. Una interfaz que no te hace sentir tonto.

Y sí, ordinario puede sonar a poco o incluso a algo despreciable.
Pero también significa presente en todas partes.

Durante los próximos días, 30 piezas aparecerán en la Sala Principal. Cada una disecciona un pedazo de tu rutina: el cepillo de dientes, el microondas, el cartel mal diseñado que te hizo perder el bus. Lo bueno, lo malo, lo que está frente a tus ojos, pero que no ves.

Esta exhibición está dedicada a obras cotidianas, a diseños que, a pesar de estar ahí, sin esconderse, nos resultan a veces invisibles. Desde libretas o menús de restaurantes, hasta gadgets hechos a la medida del usuario. Ven y encuentra ejemplos de experiencias que despiertan tu creatividad y te ayudan a ver el diseño que nos rodea constantemente: a esos héroes del diseño que no necesariamente tienen fama o prestigio, pero que han dejado huella en millones de personas. Incluso si ellas no se dan cuenta.

Queremos que te detengas.
Que mires eso que usas todos los días y nunca cuestionas.
Que descubras cómo un detalle puede arruinarte la mañana o salvarte el lunes.

“Diseño ordinario” no es una muestra bonita. Es una lupa. Una declaración. Un homenaje a lo que ya estás usando ahora mismo, mientras lees esto.

Porque lo verdaderamente humano no siempre brilla.
Pero sí deja huella.

Explora la colección aquí.