Obra 18
Todo empezó con unas cuantas ideas, y terminó en una fiesta que incluía hasta una piñata
En lugar de decidirlo todo desde una sala de juntas, los organizadores de Hack GDL 2025 decidieron probar algo distinto: ¿y si el evento lo diseñáramos entre todas las personas que vamos a vivirlo?
Montaron un tablero digital donde cualquiera podía proponer ideas y votar por sus favoritas. Nada de jerarquías ni filtros innecesarios: si era viable y tenía apoyo, iba directo al roadmap. Así fue como en marzo pasado se materializaron propuestas que nacieron desde los márgenes, no desde los micrófonos.
Esta decisión no sólo les dio más diversidad de contenidos. También aumentó el sentido de pertenencia, las ganas de participar y la emoción previa al evento. El diseño colaborativo puede sonar caótico, pero bien guiado, se convierte en una herramienta poderosa para crear experiencias con alma colectiva.
Porque cuando la comunidad tiene voz, el producto final también tiene corazón. Y no es coincidencia, es diseño.
Créditos: Comunidad HackGDL, Guadalajara, México
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