Obra 19
Una tarde cualquiera en el centro histórico de Querétaro. El sol cae sobre las calles empedradas mientras un pequeño grupo se detiene frente a una puerta antigua. La guía toma la palabra. Suena como un recorrido turístico cualquiera, pero no lo es.
Uno de los visitantes hace una seña: necesita traducción en lengua de señas. Otra persona tantea el bastón, con atención. Nadie se queda atrás. Nadie tiene que “adaptarse” a última hora.
La Primera Ruta Incluyente de Querétaro no fue pensada como un favor, ni como un tour alternativo. Es un rediseño completo de la experiencia turística: accesible desde el inicio, digna y sensible, pero también disfrutable para cualquier persona que quiera ver la ciudad con otra perspectiva.
En una de sus actividades más memorables, los asistentes se sientan a cenar a oscuras. La vista ya no guía el tenedor. Los sentidos se agudizan. El momento pide más presencia. Lo que para muchos es un juego de percepción, para otros es la vida diaria. Esa diferencia, por una vez, se acorta.
Diseñar así no sólo mejora la experiencia para quienes más lo necesitan. También genera empleos reales, sostenibles, donde la discapacidad no se oculta: se valora. Porque aquí no se intenta forzar un molde preexistente. Se crean nuevas formas, con otras manos.
La ruta no es sólo un conjunto de lugares en un mapa. Es una prueba de que el diseño incluyente no excluye a nadie. Al contrario: amplía, conecta, transforma.
Créditos: Primera Ruta Incluyente Querétaro y Asomarte, Querétaro, México.
Leave a Reply